*(Cuando un hombre cobija la tristeza
y en su alma se anida el dolor
es que el mundo ha golpeado con fiereza
y ha matado de a poco su ilusión.)
A veces, aunque yo no lo quiera
tu recuerdo se viste de presente
y llama a la puerta, me observa
tratando de ver las cicatrices
que mi alma encierra.
No lo niego, sigues presente
y en mi boca mueren todas las promesas,
de olvidarte, no llorarte,
de dejar que duermas simplemente.
Sin adiós y sin tristezas.
Se quiebran en lágrimas mis ojos,
es que tu recuerdo se me acerca,
me acaricia la frente con tu nombre,
se desliza sobre mi cuerpo y besa.
Beso del pasado que no duerme,
dolor de heridas que aún no cierran.
*El hombre que perdío sus ilusiones