Son cien veces que he iniciado este poema,
y otras cien que no he llegado hasta el final,
es quizás que a mi el versar se me da mal
o es posible que no encuentre el mejor tema.
Nada es claro, ni es incierto, ni es casual
pues la vida nunca es lo que parece.
Cuece el agua y pareciera que fenece
para luego renacer en manantial.
Todo fluye mas la visa sigue igual,
nace, crece y al final desaparece
en un continuo y permanente carnaval.
En este proceso, al final hay un final,
cada cual disfrutará lo que merece
acabando con un acto criminal.