Sr. Juez …
mi defendido
nació en el sur
en un día de lluvia
súbitamente
como si algo
hubiera fallado
y
por supuesto
nadie lo esperaba.
Para sobrellevar su existencia
desempeñó oficios varios,
fue armador de finos zapatos
sin embargo
sus pies siempre anduvieron descalzos.
Fue sastre de primera confección
aunque el siempre vistió harapos.
Fue cocinero de elegantes restoranes
aunque siempre conoció
los vértigos del hambre.
Fue engrasador de cortinas metálicas,
quizás para no oír los alaridos de su llanto
y como él en esta vida hay tantos.
Tuvo grandes sueños
como todos sus iguales, aunque nunca
su cuerpo como tampoco su alma
conoció una buena cama.
Deseó tener bienes materiales como enseñan
a cada rato los comerciales
y ¿por qué no?
el día de los hechos
se atrevió asaltar un banco
como lo hacen los héroes en las pantallas.
Mi defendido es como usted lo ve
fruto del quehacer humano
Sr. Juez … usted es el que falla.
Resuelvo:
se absuelve el acusado
la sociedad será ejecutada
con el despertar del alba
KoKa