juan sarmiento buelvas

LA NOVIA DEL ESTUDIANTE

 

 

Hoy te vi.

Pasaste delante de mí con la mirada altiva,

te vi sin que me vieras

te sentí: muy orgullosa de tu profesión                                            

seguí tus pasos con mi mirada,

estas más bella que hace una década,

ni los años han disminuido tus encantos,

me impresioné con tu deslumbrante belleza

no te quité la mirada ni por un instante

quise besar  la calle que se sintiò acariciada con tus pisadas

desapareciste de mis ojos al final de la calle

pero no desapareciste de mi vida,

Tuve que contener mis impulsos para no:

Correr a tu lado.

Para no abrazarte.

Para no besarte.

Como lo hacía, diez años  atrás,

tuve deseos de arrodillarme a tus pies   

tuve deseos de gritarle al mundo

que fuiste mía,

que te abracé,

que te besé,

 que te idolatré,

y que te sigo idolatrando,

tuve deseos de preguntarte,

donde quedó ese amor que tantas y tantas veces nos juramos,

donde quedaron esas cartas correspondidas en la secundaria,

esos besos compartidos en la vespertina dominical,

esas noches disfrutadas a la luz de una  luna de verano,

ese vals azul cual danza de amor tantas veces practicado

para  la gala de nuestro soñado matrimonio,

hoy cuando ya no estoy en tus ensueños,

hoy cuando ya no escribo poemas con tu nombre

hoy cuando siento que tu fragancia

está impregnada de una colonia deferente a la que uso,

hoy Cuando presiento que tu nido está en otro árbol,

me conformo con saber que volamos juntos al amanecer,

que posamos juntos en la misma rama al medio día,

que no nos cogió la tarde en nuestro árbol,

por qúe emigraste a la universidad,

y dejé de ser tu novio en el bachillerato.