Hoy te vi.
Pasaste delante de mí con la mirada altiva,
te vi sin que me vieras
te sentí: muy orgullosa de tu profesión
seguí tus pasos con mi mirada,
estas más bella que hace una década,
ni los años han disminuido tus encantos,
me impresioné con tu deslumbrante belleza
no te quité la mirada ni por un instante
quise besar la calle que se sintiò acariciada con tus pisadas
desapareciste de mis ojos al final de la calle
pero no desapareciste de mi vida,
Tuve que contener mis impulsos para no:
Correr a tu lado.
Para no abrazarte.
Para no besarte.
Como lo hacía, diez años atrás,
tuve deseos de arrodillarme a tus pies
tuve deseos de gritarle al mundo
que fuiste mía,
que te abracé,
que te besé,
que te idolatré,
y que te sigo idolatrando,
tuve deseos de preguntarte,
donde quedó ese amor que tantas y tantas veces nos juramos,
donde quedaron esas cartas correspondidas en la secundaria,
esos besos compartidos en la vespertina dominical,
esas noches disfrutadas a la luz de una luna de verano,
ese vals azul cual danza de amor tantas veces practicado
para la gala de nuestro soñado matrimonio,
hoy cuando ya no estoy en tus ensueños,
hoy cuando ya no escribo poemas con tu nombre
hoy cuando siento que tu fragancia
está impregnada de una colonia deferente a la que uso,
hoy Cuando presiento que tu nido está en otro árbol,
me conformo con saber que volamos juntos al amanecer,
que posamos juntos en la misma rama al medio día,
que no nos cogió la tarde en nuestro árbol,
por qúe emigraste a la universidad,
y dejé de ser tu novio en el bachillerato.