Hoy se miró en el espejo
Estaba sola
Faltaba su amado
Aquel quien tanto prometió y partió
Reconoció que congeló su vida
Asumió que detuvo devenires
Amarró por la espera
Su vientre sin frutos subsistía plano función al venerado
Infructuosa plenitud consagrada a la nada
Dolida madurez que sepulta junto a sus aguardos