Aflora la razón, desde un lugar de sombras
un vago suspiro aturde mi alma
Brotan palabras lentas, sin sentido,
en indefinido se me queda el verso.
No nace un vocablo, la mente callada, silenciosa…
Laberinto de rastros, de miradas, de camino,
Huyo el roce que enciende el fuego, se fue la magia
perdí el rumbo, me amparo en lo imprevisible…
Sorpréndeme, provócame, transpórtame
nuevamente al delirio.