En los ignotos
pensamientos en la mente fijados,
a mitad de las
desveladas madrugadas,
acuérdome de las caricias prodigadas,
en nuestros prohibidos
encuentros.
Alguna ley transgredir no imagino,
al sentir en los ojos,
el brillo seductor de tu mirar,
de exaltación
el interior estremece.
Sentir tus brazos,
Enredados cual amoroso yugo en el cuello.
Embriagador delirio,
olvidar me hace si pecando estamos.
Martirízame
pensar que pronto.
Desprenderme de tu cuerpo tendré.
Otra noche de celos preñada,
al talante ligada
intensamente sufrir me hará.
bambam