A quien debo agradecer
Por aquel encuentro de suerte
Donde lo real se impuso
Alegrando mi existencia
Presintiendo que tal ves
Mi tristeza y soledad
Tan arraigada y temida
Dejen de ser verdad.
Tal ves una ilusión mía sea
Más en mi intimidad callada
Sentí que me abrazaba
Aquella mujer presente
Con su diáfana sonrisa
Todos mis deseos latentes.
Su presencia me dio paz
Virtud que había perdido
Y el encontrarme con ella
Despertaron mis sentidos.
Señor solo tu conoces
Hacia donde encaminas mi vida
Por eso confesarte quiero
Que amar es mi necesidad.
Dame entonces tu piedad
De ofrecerme en plenitud
A un ser que como ella
Le entregue mi gratitud.
Esperare pacientemente
Por este momento anhelado
Donde una luz de repente
Emane de esa mujer
Señalándome el camino
Que como ruta de vida
Me de refugio en sus brazos
De esta soledad temida.