Viajé a ningún lado,
Por que no estabas a mi lado.
Morí en kilómetros,
Sin dejar rastros.
Dejé mi corazón aun lado del buró, donde vives de tus sueños,
Con una larguísima nota, con un cálido beso, un tierno abrazo y lagrimas en tus pechos.
¿Dónde el tiempo se detiene?
Ahí, donde yo juro a tus pies:
De retorno estaré.
Y ante tu pecho, de su calor me alejo,
Para una odisea vivir,
Para en un desierto... morir.