Hieres mis deseos, Con poemas de ternura. Porque así sangrase mi pecho, Viviría de tu beso escrito Y al yacer sobre mi lecho, No ha de existir noche, Que apague el color del cielo, Donde me quede , el de tus ojos. Hieres de versos, mi vida, Que se detienen en las horas Y como hiedra extiende, Su profusa caricia, Por mi muro tallado en piedra . Así el rubor de tus manos No me prohíbe el aroma, Dejando abiertas las ventanas , De mi casa acostillada y débil. Porque bien sabes que sangro poesía Y tus labios lo callan al verme, Solo fingen de preguntas hambre, Bien sabes que deseo tu silencio beso a beso, Como tu antes lo hiciste, Letra a letra, En esa dulce tortura, Que es leerte y no tenerte , Escribirte y no saciar mis dedos, Besándome siempre a escondidas