Te alejas con el desatino de los recuerdos,
con el aire que se niega a acariciar
los momentos que siempre fueron
futuro incierto de los sueños;
te alejas y tras de ti una estela de silencios
se inventa la cadena que esclaviza
al sinuoso presente que tampoco se ve.
Marchas donde mueren las esperanzas,
donde el cielo se deja atravesar por la montaña,
donde el juglar no pudo cantar a la noche
-y yo le escuché-;
marchas con el recuerdo asido a los anhelos,
con el dolor repartido
y con la pena que sólo busca en la sonrisa
un motivo para levantar la mirada.
Has marchado lejos,
eres un imposible en mi tiempo,
un color desfigurado por la mano temblorosa
del pintor que no quiso ser;
donde las huellas van dejando el rastro
de todas las ausencias,
y donde las palabras no se escuchan
porque también ellas, ayer que también es mañana,
… quisieron morir.
Jpellicer©2015