Nacen las margaritas
en la cúspide de la montaña
destella tu sonrisa
a través de dos láminas
bañadas de hielo y escarcha
adornadas de colibrí
envuelta en pétalos blancos
todos solo para mí.
Con el brillo de la margarita
en medio de la bruma y el dolor
se disipa la nostalgia
emerge un nuevo color;
el olor de la bonanza
la sensación de otro amor
irradiado con música de campo
iluminado de una dulce canción
Yo corto margaritas,
las deshojo como olas de mar,
con ella elevo mi alma
alzando un nuevo cantar.
© Emig Paz