Me dedico a relatarte con los astros amor mío
¿qué más puedo hacer en ausencia de tus suspiros?
me dedico a compararte con los lirios
y a susurrar tú nombre en cada respiro
Me dedico a hablarle de ti a la gente
como la lluvia nocturna que a nadie advierte,
no sabes cómo muero por verte
me dedico, más que nada, a quererte
Tenía que robar un beso de tus labios
tenía que sostener tus manos
teníamos fugarnos
sin embargo, nos quedamos fumando
Si, solo así, tenía que enamorarme de ti
¡qué bárbaro hombre! tenías que deleitarme con tu antojable piel
con tu mirar impredecible de miel
y con tu sonreír lento, ¡Jesús perpetuo!
Perpetuó la vida, mi vida
profanaste mi sabiduría
creaste en mí una sonrisa
pero, oye, ¿cómo estuvo tu día?
Mi corazón es libre
¿eres ese ser que lo acompañará en libertad?
aléjate de la tempestad
y quiéreme como a tu única verdad, porque yo, nunca de ti, me voy a alejar.