Eres tan sublime
que me inquieta,
floreces como figura
tallada a mano,
de quien la miran
sin tenerla.
Seduce cada centímetro
de piel morena,
día aquel que secuestró
no solo tu belleza.
Tu la agraciada,
quien no disfruto
no solo de perderla…
porque tengo miedo
a un de tenerla.
Autor: Francis Mota.
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