Tu calor le llegó,
A mis amantes lares,
Con el divino olor
De mis queridos mares.
Tu sonrisa embriagó
Las tristes noches mustias,
Despertando conversos
El dolor y la angustia.
En mis tardes vacías,
hiciste fueran mías,
tus mas tibias caricias,
Desde aquel bello día.