Chocolate con churros
le pediste a mamá
me miraste con mirada cómplice
y ella no se pudo negar…
Entre risas lo empezó a preparar
y entre cariños y bromas
en un pipás
listo estaba ya.
Los tres sentados a la mesa
mamá, papá y yo…
tras una tarde absurda
compartida por los tres
riéndonos de lo ocurrido
y pasándolo requetebién…
Miradas cómplices y cariñosas
solo nosotros tres
disfrutando de nuestro chocolate
que degustamos con avidez,
porque lo mejor en esta vida
es tomarla como viene
sin preguntarnos los porqués
hay cosas que no tienen sentido
o a lo mejor si lo tienen
es para nuestro bien…
¡Qué rico el chocolate!
me priva ya lo sabéis
pero disfrutado con mi familia
más me aficiono a él,
porque chocolate aderezado con cariño
¡no hay mayor placer!.