Buscas en la basura
el pan tuyo de cada día,
despojándote del cartón
que el frío amortiguaría.
Anónimo ser humano,
anónimo cuerpo sin alma
que vagas por las calles
buscando una explicación.
Lúgubres amaneceres,
los de cada día,
incierto despertar,
incierta mejoría.
Jugando a vivir
en una vida sin vida,
en una vida más como muerte,
en esa maldita suerte.
Invisible ser humano,
invisible cuerpo sin alma,
se te acaba la calma
y nadie sabe nada.
Perdido entre las miradas
que te quieren crucificar,
perdido entre las palabras
de humillación y frialdad.
Harto de estar jugando
este maldito juego mortal,
este juego en blanco y negro
en el que no se puede ganar.
¿Quién irá a tu entierro
mañana por la mañana,
cuando ya estés muerto
de hambre, frío o rabia?
¿Por que se acaba el juego
que nunca quisiste empezar?
Anónimo de la vida,
anónimo ante la "humanidad".