Mi mujer es como un regalo de Dios,
Codiciable como las tiendas de sedar,
Como un manojitos de mirras,
Como un dulce manjar,
Embriagante como dulce vino,
Bella como zarcillos de oro,
Valiosa como fina pieza,
Hermosa como las flores del valle,
Tierna, frágil como un pétalo de rosa,
Estando con ella me siento completo,
Es mi complemento el mundo perfecto
Si la belleza fuera pecado ella no tendría
Perdón de Dios, en cada mirada ella
Se roba mi corazón, así es mi hermosa mujer.
A una mujer hay que entenderla, cuidarla, y amarla.