María

UNO MÁS...

 

Circunspecto y distante, conjunción motivante. Enigmático en los albores. Pero sus obstinaciones insospechadas fueron predicando tules…

 

Presencia constante o escondite de avestruz. Huidas a galope. Reclamos de cachorro. Aleteos seductores versus ronroneos con manejos. Verborragia con alas contra mudez de pez.

 

Escasos días bastaron para decodificar su saludo fundante, impetuoso, sellado por un beso puntiagudo, como de elefante…

 

Y como ya estaba grande se mantuvo serena, al margen de la fauna. Porque “Faunas, faunas fueron las de antes…”