Raúl Daniel

“TU” DÍA DEL SEÑOR (O FIN DEL MUNDO)... (ESPEJO 218)

 

Has pensado y averiguas por el “Día del Señor”,

inquieres en los Profetas, la Ley, y el Apocalipsis,

te asusta mucho la crisis, y tienes mucho temor,

y en la iglesia oíste hablar de ese tema a un pastor.

 

No entiendes bien que es “Un Tiempo”

porque hay varias opiniones,

asististe a las reuniones, a los cultos, a las misas,

y has cambiado religiones, como cambias de camisas.

 

Hubo un tiempo en que no pensabas

ni te preocupabas por Dios,

porque creías que tenías segura tu salvación;

porque eras muy católico, cuando niño, monaguillo,

y pensabas que era todo los ritos y el catecismo.

 

Pero te hiciste mayor y te enteraste de cosas,

que un cura robó una plata, que otro era estafador,

que varios tenían hijos, otro, el novio era varón;

y te empezaste a alejar, porque empezaste a pensar.

 

Después llegaron los tiempos en que la vida te atrapa,

e hiciste tus pecados, mentiras y “metidas de pata”;

y te volviste “evangelio[1]”, pues te invitó una vecina,

de esas que andan con la Biblia y usan pollera larga.

 

Aprendiste, entre otras más, que un día Jesús volverá,

resucitará a los muertos, y un juicio grande se hará,

que no existe purgatorio, que eso es paganismo,

(el anterior Papa dijo, de esto, que es verdad).

 

Entonces, hace algún tiempo que estás durmiendo muy mal,

porque en tu gran ignorancia, y muy pobre entendimiento,

pensando, ¿Cuándo será?, y observando los eventos

predicados por profetas, crees oír las trompetas,

¡y ves al mundo explotar!

 

¡Qué patético tu miedo!, ¡Qué absurdas todas tus cuentas!,

¿De qué te sirve saber si será en quince o cuarenta?,

si tus ojos lo han de ver, o le tocará a tus hijos,

¡porqué mejor no te fijas cómo estás de amor y fe!

 

Porque, si faltan mil años, ¿Dónde está la diferencia?,

¿O quieres especular, para limpiar tu conciencia,

un par de semanas antes que este final acontezca?

 

Mejor te cuento que yo ya encontré la solución

a este tonto dilema de: ¿Cuándo es el día del Señor?,

y ¡pienso que será mañana!, así que vivo el hoy,

como si fuera el último, o ¡mañana me muriera!

 

Amo todo lo que puedo, y aún me esfuerzo un poco más,

no juzgo, ni robo, ni estafo, procurando santidad;

trato de no ofender, y si lo hago me disculpo,

doy al necesitado y no me ocupo en guardar.

 

Esto no es difícil ciencia, simplemente precaución,

si esta noche me muriera, que esté limpia mi conciencia,

que haya pedido perdón; es que de esta manera,

para mí, ¡mañana es cuándo regresará el Señor!

 

¿Qué podría ya hacer?, ni aunque faltaran mil años,

todo el bien o todo el daño que pude hacer, ¡estará hecho!

todo será revelado cuando los libros se abran,

¡y nada podré esconder!

 

Así que “El Día del Señor”, para mí es cualquier momento,

cuando se acabe mi vida, ¡y esto puede ser mañana!;

así que procuro hoy, hacer con discernimiento,

mis cuentas viejas y nuevas, ¡y pedir perdón a Dios!

 

¡Ah!, y tú, (va mi consejo), pone cuidado mejor,

y, en vez de asustar a otros haciéndote el entendido

en cálculos de la Biblia, revisas mejor tu vida,

no sea que “tu” Día del Señor sea ¡justamente hoy!

 

 

[1] De religión evangélica.