Tus piernas son el asilo
de mi corazón de fuego
seco de todo
hasta de llanto
muerto en pleno mundo
castigado por las horas, minutos y segundos.
Pero tu has llegado
como el alivio o la medicina
como un suspiro profundo para volver a soñar
esa tan diminuta boca
que me inspira y me rezonga
un beso en la esquina del sol
pero yo prefiero luna
noche sin freno y calurosa.
Aun así
todo continua
el curso de la vida
tus pies en mis zapatos
caminas conmigo a la par
y yo desarmo una nube
para lograr bajarte el mundo entero
intentos vacíos
aun así lo consigo.
No olvides, que jamás te olvido
tu mano y mi mano
son ese abrigo
resistente ante el frío
calor de tus labios
tu me enamoras.