Y una madrugada de Julio
Sobre la ciudad,
Sobre las tejas, sobre los robles,
Sobre las luces pero aun
De bajo de las estrellas,
Me dio la vida
Me mostro un pedazo de lo desconocido,
Lleno de vida mi corazón,
Tomo mi mano, sabía que se marcharía,
Sabia que era la última luna
Sabía que no se haría real
Pero antes de eso me dejo ver,
Me dejo tocar su cielo,
Antes de irse se bebió mis labios
Y me abrazo tan fuerte
Que aun siento en mi cuerpo el alma de ese abrazo,
Vimos el negro horizonte
Y en una sonrisa cual hoja en el agua
Floto en la realidad un minuto de ese sueño en el suelo,
Y me conto algo que nunca a nadie le había contado.