Olvide tu nombre por ver tus ojos,
recuerdo tus labios, sin haberlos probado...
¿en que momento tu sonrisa me volvió desgraciado?
Más profundo que el océano y menos hondo que un río;
aquel día que pueda amanecer contigo.
Ebrio de caricias y drogado con sonrisas,
me gustó vivir un sueño, donde tú eres el camino.