RASPA RASPA
Raspachín
para que toda esta guerra llegue a su fin,
arranca la última hoja de coca
que tus manos de tigre descansen
y las narices de los gringos revienten,
que los prístinos cielos reposen
de los traquetos y sus furtivos aviones
que los pródigos mares se sosieguen
de las veloces y forajidas lanchas,
que las selvas vuelvan ser selvas
y los hombres se tornen hombres,
raspa, raspa raspachín
para que toda esta guerra llegue a su fin,
desgaja la postrera hoja de placer
que tus hombros latinos se alivien
y los cerebros de los gringos exploten,
que los ríos juveniles se limpien
de los clandestinos venenos,
que los pueblos vuelvan a vivir la paz
y no regresen más los impunes asesinos,
que las alegrías se restauren en alegrías
y las esperanza se restituyan en esperanzas,
raspa, raspa raspachín
para que toda esta guerra llegue a su fin,
arranca la última hoja del deleite
que tus ojos indoamericanos se sanen
y los corazones de los gringos detonen,
que los niños arriben al futuro
y los cantos aniden en el corazón de los pájaros
que no reincidan más fantoches
que no lleguen más los impunes asesinos,
que los sueños sean otra vez sueños
y las orbitas existan como orbitas,
raspa, raspa raspachín
para que toda esta guerra llegue a su fin,
arranca la última hoja del delito
que ya nadie consuma ni trafique
que nadie financie su odio
ni reine más la ignorancia,
que las plantas florezcan como plantas
y de sus sagrados misterios
nos llegue la palabra
como una bendición de bienaventuranza.
JOHN WILLMER