Saudade…
Siempre entre el ser y el no ser
entre el amar, el sentir y el soñar
entre los melancólicos versos agoreros
o los escurridizos vaivenes de un sentimiento…
Apareciendo de a ratos entre las tinieblas
o viboreando a través de una nostalgia,
escurriéndose como agua entre los dedos
o internándose sin temor en las honduras
más íntimas de los rencores secretos.
Contemplando impertérrita las quimeras
o enamorándose de amigos y visitas
se infiltra de a poco en nuestras vistas
y comprime trecho a trecho la agonía…
Macilenta voz que me desnudas
con paciencia sórdida y fragante
que me llega hasta el tuétano tu brisa
y disloca con voz grave mi talante,
produciendo escozor tu fresca risa
aunque no dejarás de ser la amante,
que conjugas con ternura la alternancia
de palabras y ritmos compartidos
toda vez que musitas en mi oído
tu voz grave de tenor altisonante.
Formas parte de la brisa más patética
y seduces los destinos más diversos,
acompañas desde siempre el universo
de ilusión, de amor, de fantasía,
y a la vez te conviertes al abismo
que encontrara el poeta en su poesía…
Cuanto más puedes darme en esta noche
en que mis entrañas te están necesitando
si no has podido volver cuando te quise
y no has sabido entender, cuando callando,
volcaba en mis versos redundantes
el ayer que me estaba condenando.
Ya deja de merodear alrededores
ya muestra de una vez tu consonancia
que tu tiempo es el tiempo de los hombres
que callan por ganarle a la distancia
entre tus vanos placeres siempre ocultos
y los tristes instantes de añoranzas…
Saudade amor… saudade…
Saudade que me muero de nostalgia
por conocer tus rincones más oscuros
y por vivir para siempre entre tus garras…
Mario Ranero