Qué sueño tan menguado ése del futuro
qué sensación mas guapa la del silencio
cuántos besos los que doy cuando pienso
cuántas noches de agua con pan duro.
Qué lágrimas las tantas del lagrimón duro
qué tacón tan vil del pisotón que presencio
cómo olvidar el pasado que olvidado sentencio
cómo dragar mi tristeza del malayo conjuro.
Cómo olvidar la planta que te crece en la vida
cuántas monedas perdidas en la fuente del deseo
para privar los cambios entre la noche y el día.
Cómo tragar el chisme de la carretera perdida
en los caminos valdíos con sus murallas de anjeo
donde mi fé no es otra que la de vestir la cobardía.
Blas Roa