A MI HIJO. El día de tu Boda. El benjamín de la Familia.
Hoy enfilas tu nave en un mar de sueños
Con Muchas ilusiones, realidades y proyectos
Con el objetivo de anclar en seguro puerto
No obstante, Los embates del mar son inciertos
No trates de dominarlo, intenta comprenderlos
Hazlo tu aliado, para alcanzar tus proyectos
Haz que las olas te ayuden con el viento
Con tu Popa enfilada desde Barlovento
Rompiendo Barreras, con la Proa al puerto
Bendiciones hijo, en tu nuevo empeño
A mí me embargan, encontrados sentimientos
Es una contradicción, entre tristeza y regodeo
Con lágrimas orbitando, en mis adentros
Que no me dejan, en este hermoso momento
Aceptar de la vida su ineludible fundamento
Y Que hoy cumples con sagrado sacramento.
Inicias tu vida, por ser del destino su decreto
El camino no es fácil, de escollos está lleno
Encontrarás Muchos obstáculos y algunos retos
Que tendrás que superar, con tu propio empeño.
Yo ya estoy en el otoño, me siento viejo
Tú en la primavera, plantando los cimientos
Con los seguros frutos, que desde ya celebro
Recordaras, la alegría de este bello momento
Y compartirás con tus hijos, estos recuerdos.
Sin embargo Hijo, quiero darte algún consejo
Sigue adelante, contra marea y contra el viento
Lucha como solo tú has aprendido a hacerlo
Y encontrarás, seguro la satisfacción del esfuerzo
Tu Nacimiento, aun orbita en mis recuerdos
Como uno de los hermosos acontecimientos
Hoy, te atesoro como el crisol de mis sueños
Donde logre labrar, mis mejores empeños
Y con mucha satisfacción a LUIBEL te entrego
En la firme seguridad de un amor bello y eterno
Hagan su Vida y juntos superen los necesarios retos
Recuerden que todo se logra, si se abona con afecto
No olviden los detalles, aunque estos sean pequeños
Aclaren sus dudas, en el impostergable momento
No permitan, que intervengan sentimientos ajenos
Sigan luchando, como hasta hoy lo han hecho
Dios siempre premia el valeroso empeño
Y bendice el amor, si es realmente sincero
Que Dios les bendiga e ilumine sus senderos
Y Mañana cuando me traigan, los adorados nietos
Que arranque la sonrisa, de un poeta viejo
Recordemos con nostalgia, estos cálidos versos
Escritos con las lágrimas, que se oprimen en mi pecho
Y se manifiestan en mi confundido sentimiento
Seguiré siendo padre que a su hijo ve partir, y a lo lejos
Enjuga la lágrima, con movimiento muy discreto
Para que nadie se entere del difícil momento
Y empañe con tristeza, un gran acontecimiento
De ver partir a su hijo, de los retoños el más pequeño
Para culminar no olviden, mis sinceros consejos
Y no se amilanen ante la dureza de los retos
Recuerden, que el amor se fortalece en los duros momentos
Y se engrandece en la particularidad del silencio.
Sean felices, por siempre, con devoción lo decreto
Que así sea y que se haga eco todo el Universo.
Barquisimeto, 14 de Marzo de 2015