bonifacio

A ratos creo que te amé

Está claro que cuando pienso en ti me arrebato

pero siento que ya te comió el gato el ratón y también el perro

y por ende salí de mi encierro

y dejé de decir garabatos.

 

Aún cuando creo que te amé

a ratos

estoy convencido que definitivamente me liberé.

 

A ratos.

 

Porque es obvio que la página de este amor ya la voltee

y que no deseo tener contigo un nuevo virreinato.

 

A ratos tu buen sexo me viene a ver

pero ahora pensando que te soñé

y te olvido

a ratos.

 

Y no estando hoy más beato que ayer

a ratos

creo que me está haciendo muy bien

y me queda muy grato

vivir sin estos sobresaltos

los mismos que me dieron cuando te reencontré

de igual manera el zapato de Rapuncel

cuando lo encontró en la escalera el príncipe aquel.

 

Tal vez me equivoque

y un día quizás lo sabré

cuando me lea la Cenicienta

a ratos

otra vez.