Un ángel te guarde noche tras noche
OH, rica niña mÍa, encanto, derroche.
Asomado a una ventana oigo tu cantar
me fascina tu ritmo, ansío cantar, bailar.
Fantasean mis sueños, que improvisan
y mis pies con amor tus curvas pisan,
si mis chicos brazos pudieran rodearte
me crecerían las piernas, para guiarte.
Ya mis pasos serían entonces tu camino
seguiría siendo el mismo nuestro destino.
Algo se transmutaría en nuestra revolución
mi alma seria tu fuente y tu vega mi corazón.
Almuñécar y su gente