Una gota de sangre caída
desliza venganza y sed de justicia
cuanto rocío rojo cubre la tierra
salpicado de ignorância e ignomínia.
Un grito inocente escapa en las aguas
teñidas con duelo y cilicio
son gritos infantes caídos sin deuda
por llevar otra sangre sin clamor ni ansias.
Cuanta angustia galopa en las nubes
cuanto humo esparcido en la pared
cuanto silencio marchito en el mundo
cuanta malicia Incapaz de ceder.
Si solo una patria la tierra fuera
no habría sangre estancada en el mar
todos fuéramos hermanos unidos
aunque en la piel corriera un solo color.
© Emig Paz