Aquí es donde vengo cuando no quiero que nadie me encuentre..

Espacio en blanco...

 

Y tú que decías que me amabas

y yo  pronunciaba lo mismo,

quién diría que 2 años bastaban para derramarnos al infierno

y condenar nuestras palabras,

en el más común de sus conceptos,

de esos que no son nada.

 

No sabía cuándo dejaría de suplicar tu presencia,

para mí era un JAMAS en mayúscula,

para ambos reciprocidades,

y hoy me siento a la orilla de mi cama

tratando de encender suspiros

 que lleguen hasta tu espacio y meneen aquella enmarañada cabellera

que solo existe en destellos de recuerdo,

en anhelos que me diste e ilusiones oxidadas.

 

¿Qué haces tú a la 1:26 de la madrugada en vísperas de año nuevo?

tal vez durmiendo o dejando ir a tus entrañas el humo de tu pipa,

de tu yerba, amada

o escribiendo la hipocresía de tu sexo

para calmar tus ansias de carne con cualquier idiota

como la que hoy te escribe.

 

¡Qué más da!

 

Si tú decías que me amabas y yo pronunciaba lo mismo,

si solo bastan 728 días para volverte espacio en blanco

y aludir a tu persona ya como sin ganas de pronunciar tu nombre,

y describirte lo que ya no tienes,

y descubrirte lo que siempre has sido:

estratagema en cada una de sus letras,

artimaña para que quede más claro.

 

Aunque no me leas.

 

¡Qué más da!

Si ya eres hoja del pasado y te torno espacio en blanco.

 

Para Luis Alberto Téllez Díaz