ESA NOCHE
Del cielo se colgaba la Luna
y de Jesús venia una plegaria
con paz para el grande y el paria
y era esa noche como ninguna.
De mi inocencia abandoné la cuna
y cruce la oscuridad solitaria
para buscar tu alma hospitalaria
y saber amor que no eras mi fortuna.
Esa noche te busqué con flores
porque pensé que tu amor florecía
entre besos, perfumes y colores.
Después lloré porque era fantasía
porque era todo una ilusión de amores
y ni Dios calmó lo que mi alma padecía.
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