¿Sabes Johnny? Ayer me acordé de tí
Pensé, doctor, tú sabes el oficio,
conoces el amor y el sacrificio
y a los males del cuerpo meter mano.
Lo dificil que resulta el decir si
de pronto se presenta un maleficio
que su vida rodó en un precipicio
y al que debes decirlo es un hermano.
Convives con la muerte y la tristeza
los duelos, la amargura y el dolor
y aunque trates de paliarlo con amor
el penar está en la naturaleza.
Pero el alma, ¡ay Johnny! dónde está,
quién puede ayudar a curar el alma,
si alguna vez ésta se te desarma
y se olvida de saber a dónde va.
Quizás, puede que un día no lejano
cuerpo y alma sean más conocibles
y transforme a los hombres más sensibles
dios, que experto es y sabio cirujano.