Yo me dejé llevar por los impulsos,
tú fuiste sólo un ser imaginario,
un actor muy mediocre, secundario,
impostado de gestos mil, insulsos.
Hoy que ya te conozco como eres,
ególatra, hipócrita y farsante,
por fin he dado un paso hacia adelante
aparcando en tu vida mis deberes.
Tú, que aún no has descubierto como eres,
sumido en tu inconsciente egolatría
y aun por más que así fuera que supieres,
después de que a ser serio aprendieres
la cura de humildad mal no te haría
y sólo en el momento alguien quisieres.