VIRGEN DE LOS DOLORES
Hoy...
Quiero entregarte mi buena madre,
estas cuatro letras del alma y
que mi voz quebrada y las súplicas
sirvan para devolverte la calma.
!Bendita María de los dolores!
cual azucena de nácar serrana
que es tu sollozo mi rubor
por ver cuanto sufre tu alma.
Las calles se inundan de rezos
!Que tristeza entonces la mía!
cuando sólo es declarante el silencio
de la pena que envuelve tu agonía.
En abril mi valle se hace ermita,
Y el monte de la cruz santuario,
para dar reposo a tu hijo, María,
que herido de muerte ha llegado.
Y cada año fundo enfurecido las farolas,
para qué el mundo sea testigo,
que las calles de mi pueblo son oscuras
Porque una madre llorando pide auxilio.
Infinita misericordia de un Dios !tu hijo!
Hombre muerto, hombre resucitado,
que en cruz sobre arenas del desierto
entregó su vida al pecado...