Quisiera fueras:
el alba de mi amanecer,
el halo de un estrella
en mi despertar
tus brazos fueran, como
la brisa suave, que acaricien mi cuerpo,
sentir el susurro de tu voz,
como la del ruiseñor que
canta en la alborada y al
calor de tu cuerpo quiero ser,
como una flor mojada de rocío
que sin ambages se deshoja.