David Arthur

Un adiós silencioso

 

 

Tus labios lamentan un adiós silencioso

tus dedos extendidos

suavemente se liberan de mis manos

y flotando

se funden sumisamente en la bruma del tiempo

 

Una lágrima escapa de su reclusión.,

no hago ningún intento de terminar su huida

y permito que el sabor amargo de su libertad

se filtre por mis labios temblantes,

mi lengua entumecida

 

Mis ojos buscan tu semblante,

tus risas resuenan por mis oídos,

mi corazón añoranza todavía tu presencia

y espero

hasta que de nuevo en mi perigrinación

por tu costera desnuda,

al caer la noche,

mi barco encuentre un refugio seguro en tu océano

 

El cuadro pintado por propio pincel