Tus labios lamentan un adiós silencioso
tus dedos extendidos
suavemente se liberan de mis manos
y flotando
se funden sumisamente en la bruma del tiempo
Una lágrima escapa de su reclusión.,
no hago ningún intento de terminar su huida
y permito que el sabor amargo de su libertad
se filtre por mis labios temblantes,
mi lengua entumecida
Mis ojos buscan tu semblante,
tus risas resuenan por mis oídos,
mi corazón añoranza todavía tu presencia
y espero
hasta que de nuevo en mi perigrinación
por tu costera desnuda,
al caer la noche,
mi barco encuentre un refugio seguro en tu océano
El cuadro pintado por propio pincel