bonifacio

Preponderancia y protuberancia

Yo creo que en la cama iremos muy bien

y en el sofá también

y en una la tabla de planchar.

 

Y en una playa junto al mar

valga la redundancia.

 

Y en un ambulancia con un enfermo mental

camino del hospital

sin sopesar las difíciles circunstancias.

 

De responsabilidad.

 

Que tenemos.

 

Como enfermeros.

 

Y que mejor que en un carnaval

debajo de un temporal

y sobre un cañaveral

y que mejor que sobre tus ancas.

 

O detrás a mis anchas.

 

O en su defecto con sexo oral

y con pecado mortal

ese de mi tierna infancia.

 

Y así tan felices y cómplices volar a Francia

como dos petits bouchés

con un amplio surtido de boulangerie

mon amie

mon amour

y un buen champagne

frente al río Sena

con tu dulce fragancia.

 

Y yo con mi arrogancia

y exigencia

y muchas ganas de montar.

 

A como de lugar.

 

Y cabalgar en sinuosas praderas hasta volver a escuchar nuestras resonancias.

 

Que provienen de aquel lugar

en donde nos encantará navegar

para volver a anclar como siempre cerca de la arena blanca.

 

Y vaya a saber si existirá

en este lugar de ensueños

este cuerpo de manjar

estos senos de mi lactancia.

 

Y vaya a saber si existirá

esta forma de desearlo

cada vez que lo veo llegar.

 

Con total preponderancia.

en lo medular.

 

Y protuberancia

en lo estrictamente sexual.