Hermes Antonio Varillas Labrador

“Glosa A La Canción De Tu Sonrisa” - Con audio.

“Glosa A La Canción De Tu Sonrisa”

 

El verso es correspondencia

para un inquieto coplero

y en su inefable existencia

sembró la noche un lucero

 

Un cocuyo en el sendero

envidia su fluorescencia,

son estampas del llanero

para una criolla querencia

 

Mirando tu gesto sincero

al agradecer tu presencia

al compartir un te quiero

y al retornar una ausencia

 

De tanto loar la frecuencia

tu canción es desespero

y como cruel penitencia

se me perdió el derrotero.

 

“Glosa A La Canción De Tu Sonrisa”, inspirada en un excelso verso del eximio bardo y noble roble de Sabaneta de Barinas, Don Eduardo Alí Rangel:

 

Sembró la noche un lucero

para una criolla querencia

y al retornar una ausencia

se me perdió el derrotero.

 

REEDICIÓN DE LA GLOSA EN DÉCIMAS

 

El verso es correspondencia
para este inquieto coplero,
más acá en largo lindero
más allá de mil vivencias,
con el canto como herencia
con la tonada de arriero,
por aire es lazo certero
es ocaso que silencia,
y en su inefable existencia
sembró la noche un lucero.

Un cocuyo en el sendero
envidia su fluorescencia,
llegando a la adolescencia
de muchacho becerrero,
que sueña con los esteros
aunado a sus mil creencias,
y de vivas experiencias
entre sobrio y vocinglero,
son estampas del llanero
para una criolla querencia.

Mirando el gesto sincero
agradezco tu presencia,
tu calidez e inocencia
con tu sonrisa y salero,
florilegio y romancero
es mi concierto en esencia,
amando con vehemencia
con pasión y desespero,
al compartir un te quiero
y al retornar una ausencia.

De tanta loa en frecuencia
de tus desdenes de acero,
como todo buen guerrero
buscando tu reincidencia,
y con silente impaciencia
con sequía en un febrero,
después de los aguaceros
gané tu benevolencia,
y como cruel penitencia
se me perdió el derrotero.


- Hermes Varillas Labrador

#FormandoCiudadanía & #ElArcoIrisDeLosNiños




Son experiencias de cuando en mi niñez fui arriero y becerrero, y aunque pocos den créditos a estas vivencias, fueron parte en mi existencia y que hoy evalúo como adulto sin complejos y sin miedos.
Glosa que he reeditado inspirado en excelsos versos del eximio bardo y noble roble de Sabaneta de Barinas en Venezuela, Don Eduardo Alí Rangel.

 

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