Tu que callas,
tu que escuchas
los enfados de mi febril sonrisa;
tu que ansias,
tu que espías
reclamando de mí, fugaz, atención.
Tu que respiras.
tu que perfumas
todos los días de locuaz aspaviento;
tu que vigilas,
tu que me hechizas
con emotivo sonoro canto de sirena.
Tu que miras,
tu que sonries
asi como con la luna cruel libertina;
tu extasis del dia,
tu que obnuvilas
del tiempo los sueños y sus deseos.
Asi como tu sueñas
sueño asi tu sueño,
entre tu mirada
y otros tantos de tus placeres;
perderme solo asi
entre tu luna y cielo.