Peregrina

L U Z

 Lleva ardiente la llama encendida

que ilumina su arduo camino

en la negrura de su noche

esa luz lleva la vida

y le conduce a buen destino

mientras tantos todavía

habitan aún su muerte.

 

Entre rocas y entre abrojos,

librando profundos barrancos

duramente se le ha guiado,

mas la joya que buscaba

anhelante y entre angustias

por la gracia se le ha dado.

 

Ahora tiene esa riqueza,

la que habrá de compartir,

donde descolla la abundancia

o donde impera la pobreza

ahora pasa la estafeta

del amor al que ha faltado.

 

La cadena continúa,

el que quiera un eslabón,

el que se ate bien a ella

hallará una bendición.

 

Mas, el miedo se apodera

de quien tiene la intención

ya que esa sublime entrega

sinónomo es de renunciación;

quien se lanza a esa aventura

aceptando muerte primera

al final del día dirá

lleno de felicidad:

He cumplido mi misión”.