A usted, quiero decirle,
ahora que está lejos,
que sin que se dé cuenta
le beso los labios partidos
y me parto la mirada
por más de una decena
para quitarme esta condena
de, ahora, no tenerle conmigo.
A usted, quiero hacerle participe,
de las horas que han pasado
mientras miro sus retratos
y me voy enamorando
de su rostro en cada gesto
que ahí se ha capturado.
A usted, que en la cara
tiene a un niño vago
y me arranca las sonrisas
como lluvia matinal
sobre un campo sediento.
A usted, que me deja beberlo
a sorbos, despacito, con ternura,
con pasión y hasta locamente,
y me anida los suspiros
en el pecho como pájaros revoloteando.
A usted, que me lleva a un cuento de hadas,
y que me hizo recordar que aún tenía
un corazón que sabía lo que era latir
por un beso de eme pronunciada,
por una mirada de profunda dulzura,
por palabras de indescriptible ternura.
A usted, sepa que... LO AMO.