Y alzaste el vuelo
tus manos extendidas hacia el cielo,
y los dioses del Olimpo
te tomaron en sus brazos,
y te colocaron en el más bello paraíso.
Eras frágil y tierna
tu vuelo cual ave de paraíso en el cielo,
envidia de ángeles y dioses alados
pequeña y a la vez tan grande
dando giros entre nubes
arrullada por el viento.
Te postraste sobre mi hombro
y tomaste la forma de un ángel majestuoso,
me diste un beso cálido
y me invitaste a bailar en los confines del mundo.
Universo con tonos rosa y violeta,
donde árboles de plumas
formaban cisnes en las nubes,
me invitaron a dormir y ver el paraíso.
Cuando me postre en tu regazo,
regálame un lugar en el Olimpo,
y regálame unas alas de ángel, de ave,
porque sé que volaré hasta el último rincón del universo.
Y alzaste el vuelo,
pequeña ave ilusión.
Ramón de Jesús Hernández Olivares
Derechos Reservados
Veracruz México
del Poemario \" Confesiones al Viento \"