Adolfo Flores Facundo

Cuerpo que entra en el silencio

Tu piel cercana al silencio

                                  me invade

en los sueños, en el aire y en la calle solitaria

de todos mi momentos.

Imagino subir, lentamente, por tus manos

con mi boca húmeda de besos

y mostrarte un cuchillo de caricias.

No sé, a veces,

                        en el silencio, rondan

tus caderas trasparentes como cristales.

No sé, es tu piel que guardas bajo

tu voluptuosa rosa

            y el misterio de tu boca

bajando como una lágrima inminente.

Imagino tocarte con vehemencia

y refugiarme en algún rincón de tus curvas

que parecen tocar la felicidad.