Una flor, un argumento es muy manido,
si es la rosa, aún más tópico argumento,
que alguien llora porque el príncipe ha partido
o que un clavel se enamora es otro cuento.
Para escribir sobre un tema preferido
toma uno que haga al lector estar atento
y descubra que eso él nunca ha leido
o le provoque sonreir cada momento.
Para escribir no es preciso haber bebido
mas de los libros beber es conveniente,
si ebrio te pones que sea digerido
pues no se puede escribir y estar dormido.
Mas ponle al final un poco de aguardiente
y échale, carajo, al fin algún suplido.
Y el que no quiera oir, se tape los oídos
que yo alegre algo estoy, aquí es evidente,
perdón, si hasta allí resoplan mis berridos
creo que quedándome estoy incongruente.
¿Por dónde iba? Pienso que me he perdido,
No podré continuar, tengo dos nueces
en mis ojos, me oprimen doloridos.
Digo adiós por hoy a las gilipolleces.