¿Quién fue este hombre equidistante,
estimado escribidor,
de salud algo peor
por la tisis galopante
que no abandonó un instante
y le cegó de dolor?
Tal vez caballero andante
o un insigne don Quijote
con sesos en el cogote,
un eterno soñador.
Sin duda un echao p\'alante,
ambicioso, emprendedor,
un valiente luchador
acrecentando el honor
a favor de los hermanos
de pueblos americanos.
O un señorito español,
un sanguinario, un farsante.
¿un nuevo Napoleón
impregnado de ambición?
quizás su representante.
¿Zambo? enjuto, paticorto,
inteligente, ilustrado,
en sus proyectos absorto
y en mil batallas bragado.
Y si nadie demandaba,
¿quién pidió la rebelión?
¿fue un mazazo al corazón
de la madre a la que odiaba,
o fue el capricho de un niño
mal criado y prepotente
vanidoso e inconsciente,
la de un bastardo valiente
al que el azar hizo un guiño?
¿Hombre noble o despechado,
generoso y altruista,
-sin duda un oportunista-,
orgulloso y revanchista
o narcisista redomado?
¿Agnóstico fue o creyente?
Este que tanto bendicen
y algunos otros maldicen
¿acaso es que él era un santo?
Mas no llegaría a tanto
que abusando de su honor
picaba de flor en flor.
Como muy bien dejó escrito,
para lograr su objetivo
su alma hubiera vendido
al diablo o al diós bendito.
Para muestra, este botón,
de Francisco de Miranda,
quien fuera antes su mentor
y también su prescriptor
a el que le robó el ladrón
la gran Colombia, su sueño,
para él hacerse dueño
de la idea, el muy bribón.
Fue una noche de parranda
mientras el dicho dormía
con total alevosía,
sin darle una explicación.
mataron su corazón,
anotando su traición
como muestra de venganza.
Los que le han santificado
y subido a los altares
que son muchos, a millares,
verán si han magnificado.
¿Fue héroe o fue un villano?
¿un truhán o fue un señor?
Cada cual vea el color
que le venga más a mano.