RÍO
Tengo calor,
Río de Marabal,
Mi pobre cuerpo
Está encendido
Quiero encontrar en tus
Entrañas de agua
Para sentir
Que el fuego que me quema
Huya aterrado.
CÁLLATE
Dijiste: “Calla”
Y mil candados puse
En el portal
De mi bocaza
Y el silencio surgió
Por arte de
Magia y callé
Para no perturbarte
Con mi aburrida voz
CAÍDA
Cuando caí
A tus pies delicados
Después de andar
Por agrias sendas
Del desierto quemante
Con mis sandalias
De pordiosero
Tú, sublime mujer,
Me levantaste.
Y desde entonces
Mi vida estrafalaria
Y sin sentido
Se tornó fuerte
Y no volví a caer
Sino en tu seno.