Mi desahucio,
No fue, cuando el banco silenció, mi casa,
O cuando mis cuentas corrientes, dejaron de ser corrientes,
O se llevaran, mi escaso huerto,
O mi viejo coche.
Mi desahucio,
Llegó una mañana temprano,
Se presentó, con la cara en blanco,
Las manos abiertas y llorando,
Gritando, porque, a ella?
Ella fue
La primavera, en el invierno
El sonido, en la ausencia
La luz, en las tinieblas.
Ella fue
Eso que siempre pierdes, en los viajes
Lo que nunca encuentras, en los bolsos
La ropa olvidada, no sabes donde
El calcetín, que nunca tuvo pareja
Y todo ello, que fue ella, todo tan necesario.
Ella, es ahora, un hematoma,
Con la cicatriz, de un desalmado.
Mi desahucio,
Fue cuando suprimieron, mi libertad.
A menudo, nos desahucian, cuando nos anudan, las palabras,
Bajo el pretexto de alguna legalidad.
Mi desahucio,
En ocasiones, es tan complejo,
Que a veces, no le gusta madrugar.