Araceli Vellber

Desahucio.

 

Mi desahucio,

No fue, cuando el banco silenció, mi casa,

O cuando mis cuentas corrientes, dejaron de ser corrientes,

O se llevaran, mi escaso huerto,

O mi viejo coche.

Mi desahucio,

Llegó una mañana temprano,

Se presentó, con la cara en blanco,

Las manos abiertas y llorando,

Gritando, porque,  a ella?

Ella fue

La primavera, en el invierno

El sonido, en la ausencia

La luz, en las tinieblas.

Ella fue

Eso que siempre pierdes, en los viajes

Lo que nunca encuentras, en los bolsos

La ropa olvidada, no sabes donde

El calcetín, que nunca tuvo pareja

Y todo ello, que fue ella, todo tan necesario.

Ella, es ahora, un hematoma,

Con la cicatriz, de un desalmado.

Mi desahucio,

Fue cuando suprimieron, mi libertad.

A menudo, nos desahucian, cuando nos anudan, las palabras,

Bajo el pretexto de alguna legalidad.

Mi desahucio,

En ocasiones, es tan complejo,

Que a veces, no le gusta madrugar.