Este mío corazón,
que de tu mirada cuelga,
de tu cálida voz,
de melancólica sonrisa.
Henchido de cariño
anida en tus manos
En ellas cual paloma se acurruca.
Este mío corazón,
que en tu pecho se refugia
se acurruca junto al tuyo,
con ternura se entrega solo a ti.
A jadear empieza,
La respiración le falta,
y sigue sin parar.
Este mío corazón
de contento se estremece,
y una nube celestial
mi mente adormece.
Murmurando quedamente.
¡En la gloria estoy!.
No era bambam todavía