No tengo sueños, ni esperanzas;
no quiero perdones, ni venganzas.
Quiero tener tus abrazos, cada mañana;
quiero olvidar esa sonrisa, que me daña.
Y en mi silencio, te dedico pensamientos;
y en la noche te añoro, no miento.
Mi mirada que se nubla;
mi mente que se turba.
Porque busco mi camino, dando tumbos,
Porque voy a solas, sin rumbo.